En el mundo del espejo las lunas llenas son más que lunas llenas, son el pretexto perfecto para que en cada plenilunio deje crecer mis vellos sin preocupación, me afile los colmillos frente al espejo y acomode un poco los tirones de la ropa para salir a la calle y destrozar la ciudad con los vampiros ebrios de hemoglobina, zumbarme algunas tachas para acentuar la rabia y morder unas cachorras.
sábado, 10 de octubre de 2009
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Aunque hay un peligro que hay que evitar y es ir a la perrera municipal.
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Hola, espero que estés bien. Los resultados de tus experimentos litetarios van por buen camino, espero que el progreso se vaya incrementando hasta llegar a una novela, jeje. Saludos.